El escritor ruso León Tolstoi, en un breve relato, narra que había un rey severo que pidió a sus sacerdotes y sabios que le mostraran a Dios para poder verlo. Los sabios no fueron capaces de cumplir ese deseo. Entonces un pastor, que volvía del campo, se ofreció para realizar la tarea de los sacerdotes y los sabios. El pastor dijo al rey que sus ojos no bastaban para ver a Dios. Entonces el rey quiso saber al menos qué es lo que hacía Dios. "Para responder a esta pregunta -dijo el pastor al rey- debemos intercambiarnos nuestros vestidos". Con cierto recelo, pero impulsado por la curiosidad para conocer la información esperada, el rey accedió y entregó sus vestiduras reales al pastor y él se vistió con la ropa sencilla de ese pobre hombre. En ese momento recibió como respuesta: "Esto es lo que hace Dios".
Tremendo pero muy real, nosotros hombres y mujeres con pasiones y deseos en contra del Señor, nos era imposible alcanzar su gracia y el don de poder llegar a Dios, pero vino Jesús y tomo nuestras vestiduras de pecado, no las quito y en Apocalipsis comenta que habían lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero y que de ese modo habían quedado tan blancas como la luz (Ap 7, 14).
Aleluya!! Jesús lava nuestras vestidura, toma las del viejo hombre y hace cosas nuevas! Por eso Pablo habla muchas veces de revestíos con el nuevo hombre de Jesucristo.
Adán y Eva fueron creados perfectos y estaban cubiertos de la gloria de Dios, mas una vez que pecaron, la gloria de Dios se apartó de ellos y abriendo sus ojos quedaron al descubierto y se sintieron avergonzados.
Esto nos pasa cuando somos lavados y limpiados con su sangre preciosa y una vez manchamos nuestras vestiduras, salimos de la cobertura de Dios y nos sentimos avergonzados y sin la cobertura preciosa del rey.
Cuan raro sería que un prisionero al ser liberado, deseará regresar a su celda y no quisiera irse!
Que extraño sería que se libere un animal de una trampa y que este regrese a ella! Cuan triste es que después de ser liberado de las cadenas y opresiones del mundo por Cristo, volvamos al mundo a retomar, el pecado.
La palabra nos dice que el que hurte no hurte mas, que trabaje y aún que comparta! Esto es vestirnos del nuevo hombre, dejar atrás todo lo que nos aparta de Cristo! y empezar a imitarlo a El, para así alcanzar la estatura del varón perfecto.
Hermanos así como apreciamos tanto un vestido que con mucho esfuerzo lo compramos por su marca, cuanto más no debemos apreciar la nueva vestidura que nos da Cristo pagado con precio de sangre!
Cuando tenemos conciencia de lo potente e impactante que son nuestras vestiduras en el mundo espiritual, nos aferrariamos tanto a ellas y trataríamos de cuidarla de no mancharla así como nos cuidamos de las bebidas cuando utilizamos ropa blanca.
Bendito de Dios, hoy te motivo a cuidar tus vestiduras y si están sucias aferrate a su palabra en Apocalipsis 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez.
llega a los pies del maestro que te dice el que viene a mi, yo no lo hecho fuera, el es un Dios de amor y quiere limpiarte cubriéndote de su perdón si solo dispones tu corazón.
Su amor, su perdón, su santidad, su pureza, su limpieza SON LOS COMPONENTES PERFECTOS PARA EL VESTIDO DEL CRISTIANO.
BY: LUZ ELENA ECHEVERRIA.
Hola Hnita, me gustan tus reflexiones y queria pedirte permiso para copiarlas y subirlas a mi facebook?? claro respetando los derechos de autor si hay algun inconveniente tuyo como ves??
ResponderEliminarGracias por la atencion y espero tu respuesta.
Gracias x compartir con nosotros lo que el Amado te habla. atte Sam
Gloria a Dios, que lindo poder contribuir al reino ,clato que si!
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